El pez dorado

Tirás las redes

en medio del río

la canoa te mece

y entrás en un trance profundo 

más adentro 

más abajo 

Cruzás el río de agua dulce 

lo atravesás hacia abajo 

Sigue el río de barro

su marrón obscuro se hace negro 

Black out 

 

Llego al centro de la tierra 

a un río de lava 

Redes, redes 

tejo que tejo 

afirmo el cuerpo 

hago fuerza con mis brazos

para acomodar las redes 

siento el peso de lo que contienen 

respiro profundo 

siento la viborita que se enciende 

Pum

Soy – en – la – Yara

Soy las amigas 

y las bichas amigas 

Muevo las redes 

y sale todo el bicherío

 

Confecciono

puntada sobre puntada 

no doy puntada sin hilo 

Es el muchacho del Paraná quien habla 

¿Lo ves? 

Somos él 

Sos él 

Soy él 

Yo soy 

 

¡Te atrapé pez dorado! 

 

Este poema iba navegando por el río 

y quedó prendido en las redes 

del muchacho del Paraná 

Todos estos seres 

atrapados 

nos observamos 

Somos sus presas 

El muchacho del Paraná 

nos atrapó con sus redes

Acá nos miramos unes a otres 

notamos que podemos ser 

parte perfecta de este bestiario 

 

Mirá cómo podemos

vivir todas juntas

todas estas mostras juntas 

Perdónanos Padre hemos pecado 

Nos bendice, nos perdona 

Ante él nos arrodillamos

y sucumbimos a su infinita

bondad y compasión 

Sentimos el placer de saber 

que estamos perdonadas

por esta existencia bestial

Forgive me Father for I have sinned 

Perdóname Padre porque he pecado 

Él me perdona siempre 

Soy una de sus criaturas 

Soy tu pez dorado 

en esta isla bonita 

donde desplegás tus redes 

 

De todes nosotres 

¿quién será el pez dorado?

Virginia Negri